En el naturalismo destacaron varios autores. Entre algunos de ellos
encontramos a Leopoldo Alas Clarín, que es el autor en el que vamos a centrar
esta parte del trabajo.
3.1. Leopoldo Alas Clarín (1852-1901):
Leopoldo Alas Clarín fue un severo crítico literario y un narrador de obra
breve, en la que destaca una novela crucial para el naturalismo español, La Regenta.
2.3.1. Vida y biografia:
Leopoldo Alas, conocido por su seudónimo de Clarín, nació
en Zamora el 2 de abril de 1852.
Vivió en León y en Guadalajara durante la infancia,
debido al cargo de Gobernador Civil que su padre desempeñó en esas ciudades. Se
trasladó a Oviedo en 1865, y donde estudió con brillantes calificaciones, tanto
en el colegio como en la universidad, donde cursó la carrera de Derecho y entró
en contacto con los krausistas. La revolución de 1868 despertó sus simpatías
por la causa republicana y liberal.
Al mismo tiempo que estudiaba colaboraba en El Solfeo, de
orientación republicana, donde comenzó a utilizar el seudónimo
"Clarín" para firmar sus artículos.
Aunque ganó las oposiciones a una cátedra de la
Universidad de Salamanca, no pudo tomar posesión de ella debido a la injusta
intervención del ministro de Fomento, que se vengó así de las sátiras que el
escritor le había dirigido desde la prensa.
Sus artículos literarios y satíricos, publicados
mayoritariamente en la revista Madrid Cómico, alcanzaron gran popularidad, pero
su mordacidad le valió numerosas enemistades.
En 1882, consiguió la cátedra de Economía Política de la
Universidad de Zaragoza y el año siguiente, en 1883, contrajo matrimonio y
obtuvo la cátedra de economía y estadística en la Universidad de Zaragoza. Al
año siguiente logró su traslado a la Universidad de Oviedo, donde enseñó
derecho romano, actividad que alternó con las de articulista y escritor.
En 1891 fue elegido concejal republicano del ayuntamiento
de la capital asturiana.
Murió en Oviedo, en 1901.
2.3.2.
Su obra:
Durante los ratos libres que le dejara la cátedra de la
Universidad, Clarín escribía artículos para los periódicos El Globo, La
Ilustración y Madrid Cómico. Envía
a los periódicos de El Imparcial y Madrid Cómico sus «Paliques» satíricos y mordaces
que le proporcionarán algunos enemigos adicionales.
Como crítico, Clarín escribió sobre muchos asuntos y fue temido y
respetado. Su crítica literaria revela lucidez al enjuiciar las novedades
literarias, y también cuando plante sus ideas sobre la novela o sobre las
corrientes literarias de la época, como el naturalismo, una tendencia que
aceptó con ciertas reservas. Leyó los clásicos y a los autores modernos, y fue
un gran defensor de Galdós.
Como narrador, al igual que otros autores realistas, Clarín fue un gran
escritor de cuentos y novelas cortas, entre los cuales se encuentran algunos de
los mejores que se escribieron en el siglo XIX. En estas obras destacan su
espíritu crítico y su sensibilidad hacia las situaciones humanas, como el
cuento ¡Adiós Cordera! y en la novela
corta Doña Berta.
Sólo escribió dos novelas largas: Su
único hijo (1890) y la Regenta (1885).
Esta última, junto con Fortunata y
Jacinta, de Benito Pérez Galdós, se consideran las mejores novelas del
realismo español.
En 1892 Clarín pasa por una crisis de personalidad y
religiosa en que trata de encontrar a su yo y a Dios. Poco después dejó
reflejar dicha crisis en su cuento Cambio de Luz, cuyo protagonista
Jorge Arial representa al autor y sus preocupaciones, sus dudas religiosas y su
escepticismo filosófico. Clarín define a este personaje como “místico
vergonzante”.
En 1894 se despertó su afición por el teatro por influencia de sus amigos
la actriz María Guerrero y el dramaturgo Echegaray. Por eso su primera obra teatral Teresa (ensayo dramático en un
acto y en prosa) es una página real de su propia vida. Se publicó y se estrenó
en homenaje a la actriz María Guerrero. La obra resultó un rotundo fracaso, ya
que carecía de arquitectura escénica y que tenía todos los defectos de un
escritor novato.
2.1.3. La Regenta:
La Regenta es la primera novela de Leopoldo Alas «Clarín», publicada en dos tomos en 1884 y 1885. Considerada la obra cumbre de Clarín y de la
novela española del siglo XIX, es
además uno de los máximos exponentes del naturalismo y del realismo progresista.
En
esta obra se retrata en toda su complejidad una ciudad de provincias, Vetusta
(nombre tras el que se esconde Oviedo), en la que está representada la sociedad
española de la Restauración. Clarín somete a una irónica crítica a todos los
estamentos de la ciudad: la aristocracia decadente, el clero corrupto, las
damas hipócritas, los partidos políticos. Todo ello conforma una atmósfera
social asfixiante, opresiva, con la que choca la protagonista, Ana Ozores. Su
temperamento sensible y soñador la lleva a refugiarse en el misticismo, pero su
confesor, el canónigo Fermín de Pas, la decepciona cuando intenta aprovecharse
de ella. Cae entonces en brazos de Álvaro Mesía, un mediocre don Juan, con el
que vivirá una relación amorosa que no resultará ser más que un sucedáneo de
sus ideales románticos. En el enfrentamiento entre Ana y Vetusta, la primera
acabará siendo vencida, y, en consecuencia, marginada. La importancia de la
presión ambiental, social, sobre la protagonista acerca la novela a las teorías
del Naturalismo.
La
obra se divide en dos partes. Cada una consta de quince extensos capítulos,
pero la distribución temporal entre ambas es irregular: mientras la primera
abarca los acontecimientos que ocurren en tres días, la segunda comprende tres
años.
Clarín
en su obra combina el punto de vista objetivo, distante, con el del autor
omnisciente, es decir, interviene de vez en cuando en la obra, dando sus
opiniones sobre las acciones de los personajes o anticipando los
acontecimientos. Y sobre todo, aportando una aguda visión irónica que pone al
servicio de una demoledora crítica de la sociedad de la Restauración, hipócrita
y mediocre.
La
novela solo pudo ser publicada en Barcelona (Daniel Cortezo y Cía.) ya que constituyó un
verdadero escándalo en su momento, sobre todo en Oviedo. El obispo publicó en su contra una pastoral
que mereció una réplica de Clarín.
La
Regenta causó escándalo en su momento, en especial por las críticas anticlericales
que contenía. Este hecho contribuyó a que la novela no tuviera mucho éxito de
público y de crítica en su época. Hubo que esperar a las últimas décadas del
siglo XX para que la crítica reconociera que se traba de una auténtica obra
maestra.
A través
de los años ha tenido diversas adaptaciones y en verano del 2012 llegará a los
escenarios en forma de musical; La Regenta El Musical con
estreno en el Teatro Campoamor.